Encasillamiento

¿por qué nunca me fijé

en que podía hacer

letras de colores?

Será eso de que los árboles no te dejan ver el bosque...

Cuando la felicidad te hace sentirte así...

...y la palabra "bonito" es lo más grande que te apetece decir ó lo más intenso que te apetece oír.
Cuando, al escucharte un poco, notas que la emoción sale por cada uno de tus poros. Que te brillan los ojos sin tener nadie a tu lado sino sólo porque lo que quieres es sonreir y escupir mar por los ojos; el mar que llevamos dentro. Porque andas sobre pies de metacrilato que no llegan a tocar la arena. Porque juegas con las olas y te mueves con el viento, bailándolo ó bailándote él a tí y abres la boca tratando de imitar los sonidos polifónicos que escuchaste en una canción en éste ó ese otro idioma.
Cuando un trozo de tela es el más preciado juguete porque te invita a correr con ella, agarrandoos de las manos, esquinas de piel ó fibra y estás encantado porque la notas flotar en el cielo, que es lo que respiras tú, bajando y subiendo, entrando y saliendo de tu propio cuerpo, complejo sistema del que estás formado. De células pegadas unas con otras formando estructuras tan complejas que te da miedo imaginar y que sin saber cómo, pero que de una manera u otra funcionan y te dan la vida.

Cuando te encantaría reencarnarte en tortuga y aprovechas el momento para pasar a ser una de ellas, caminando tranquila y saboreando tu calma, tu sabiduría y tu paz. Ó en lagarto, vulnerable, cociéndote al sol sin pestañear, atrapando hasta el más mínimo rayo de luz para alimentar a tu organismo.

Cuando quieres abrir los brazos y correr, gritar, girar en el aire, en el tiempo y el espacio y nada de lo otro te importa. Porque ahora sólo estás tú, disfrutando de un momento, enjoing yourself (el "tí mismo", el contigo mismo), sin reprimir movimientos ni bloquear emociones. Sin dejar de mover ni un músculo porque así lo estás buscando, demostrándote a tí mismo lo que sabes hacer por tí ahora que has entrado en ese juego de placer.

En RE-construcción