sábado, 7 de marzo de 2009

Mis nuevas vistas


Desde enero gozando de estas amplitudes. Pasé del maravilloso pero oscuro nidito de Haría a la casa de la calle que me recuerda que de Pequeña ya nada, que es el momento de crecer y del pueblo que me dice que para Mala la de la película de anoche, pero que yo no.
En ella disfruto de las visitas con tés y cervezas y de los momentos de soledad y reflexión; del sol mañanero con lagartos y del viento que todo lo agita, incluídas las cabezas. Un verdadero placer teneros a todos por aquí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta oirte hablar así y que disfrutes de tu nuevo entorno.
Besos.