Qué arte, killo! (Lothard conquista a un par de grupos de cavernícolas que más tarde se lanzan a crear en piedra...)
Viajar en el tiempo hasta ser un cazador de mamuts que fabrica sus pinceles con el mismo material con que se tapa el cuerpo aunque hoy esté vestido de algodón y fibra. Pasar el rato recolectando flores y frutas con los que plasmar en sus cuevas los acontecimientos del día; artistas de la edad de piedra que nos dejan hoy un legado de retazos sin química en la roca sureña y un Lota que nos cuenta, sin dejar a un lado la pasión, el cómo y el cuándo, sus estilos y su por qué. Enanos que recrean el cómo fue y cómo lo hicieron en una mañana tarifeña de levante y sol. Huevos, frutas, lapas, bati-caos de la prehistoria, un poquito de pimentón... ingredientes para risas y pringues que, de una forma u otra, acaban llegando a todo y a todos.
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